En 1953 se celebró en la sala Massey Hall de Toronto el que ha sido considerado el mejor concierto de jazz de la historia. Desde luego es imposible realizar una afirmación de tal calibre, pero si cabe aplicarla a alguna actuación, por lo menos llevada a disco , sería este uno de los pocos casos que se puede;al menos tomar en consideración. La selección de los intérpretes , hecha por los lectores de una revista , es de lujo : prácticamente el dream-team de los músicos del bebop, Charlie Parker en el saxo alto, Dizzy Gillespie en la trompeta, el pianista Bud Powell, el contrabajo de Charles Mingus, y Max Roach, en la batería. Un grupo que como tal no había tocado antes, al menos los cinco juntos, y que logra el canto del cine del género bebop que había nacido unos cuantos años antes.Aunque todo el disco es igual de espléndido , he escogido este saltarín Salt peanuts, que es un tema de Gillespie.
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