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Richard Hawley tiene una trayectoria artística que resulta tan singular como su propia música. Nacido en 1967, durante los años 90 se convirtió en un apreciado guitarrista que tocaba en giras de grupos de éxito como Pulp, o que acompañaba las grabaciones de estrellas como Robbie Williams o Beth Orton. Se trataba , por tanto , de ese tipo de "session man", del que nos hablaban The Kinks en su canción del mismo título,al que "no le pagan por pensar sino sólo por tocar". En el año 2001 su suerte cambió y empezó a tocar y grabar sus propias canciones. Sú música resulta excéntrica ( entre rock y otra cosa más indefinible ) y ante la dificultad de calificarla, se le etiqueta habitualmente como un crooner y se le liga a nombres como Sinatra (baladas que reflejan problemas sentimentales ) Roy Orbison ( la voz de barítono y el hecho de que sean baladas con cierto ritmo ) y Scott Walker ( por ser otro de los que se resisten a las etiquetas). En mi humilde opinión, son etiquetas perezosas ( ¿ hay alguna etiqueta que no lo sea? ) y que en este caso no resultan demasiado útiles.
La grabación que he escogido es The Ocean , la sublime canción que brilla con luz propio en su mejor disco ( Coles Corner). El título alude a un local de Sheffield, la ciudad inglesa de donde procede Hawley. Se trata de una esquina donde las parejas acuden a citarse y, que por sus dos puertas permite una retirada si se decide cambiar de opinión en el último momento, y es muy representativo del tipo de situaciones que describe su música : personajes en busca de un amor que no terminan de encontrar. El viernes actúa en Murcia, donde podremos comprobar si en directo es tan emocionalmente intenso como aquí.
Vídeo.
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