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Sonny Rollins fue uno de los grandes saxos tenores de los años 50 y 60. Para algunos es comparable a John Coltrane con el que llegó a rivalizar en algún período. Pero Coltrane murió , lo que le dió una aureola mayor , y Rollins se sintió casi perdido sin un un rival digno de su talla. Uno de sus grandes discos es Saxophone Colossus, de 1956, que es tan bueno que el título no llegó a pensarse nunca que fuera una exageración. El título que abre el Lp es este excelente St. Thomas, que toma el nombre de una de las islas Virgen estadounidenses de donde procedían sus padres. Precisamente el ritmo calipso de la pieza procedería de una canción que le cantaba su madre en su infancia. En el tema además del saxo de Sonny, destacan el solo de batería del gran Max Roach y otro a cargo del pianista Tommy Flanagan que le acompañaría en parte de su carrera.
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